
Este domingo en la Costa Tropical de Granada se ha registrado un fenómeno poco habitual, pero ha causado grandes estragos. Mientras la gente estaba tratando de pasar en el agua la ola de calor en la que ahora mismo nos encontramos, en pocos minutos todo cambió a tener encima un viento huracanado y abrasador. Alcanzó tal velocidad que hizo que las sombrillas y las sillas salieran disparadas como proyectiles. Y no fue una simple tormenta de verano, sino un fenómeno conocido como reventón térmico.
Qué pasó en la costa granadina. La secuencia de los hechos fue vertiginosa. Poco antes de las 19:45, los servicios de emergencia del 112 comenzaron a recibir las primeras llamadas de aviso. Los alertantes, desde distintos puntos de la Costa Tropical, hablaban de vientos huracanados que incluso llegaron a tirar palmeras del paseo marítimo. El clímax del fenómeno, según la AEMET, se registró a las 19:50 con una temperatura que se disparó bruscamente hasta los 40,1 °C.
De manera conjunta, las rachas de viento alcanzaron una velocidad de 86,8 km/h de manera oficial, aunque en redes sociales diferentes usuarios apuntan a que estas velocidades llegaron hasta los 100 km/h. Un fenómeno que se concentró en diferentes municipios como fueron Motril, Salobreña, Torrenueva, Carchuna y Almuñécar.
Caos en la playa y rescates en el mar. Los testimonios compartidos en redes sociales pintan un cuadro de terror colectivo. Un ciudadano relataba: «Yo estaba allí en la playa y la situación ha sido horrible, no lo he pasado peor en mi vida». Las imágenes difundidas en redes sociales mostraban a la gente corriendo despavorida hacia sus coches, lo que provocó atascos en las vías de salida de la costa. Aunque el mayor peligro se materializó en el agua.
La rápida evolución de este fenómeno meteorológico hizo que hubiera personas practicando deportes acuáticos, y el viento atrapó a varias personas que vieron como se arrastraban mar adentro e impidiendo regresar a la orilla por sus propios medios. Esto desencadenó en una operación donde siete personas tuvieron que ser rescatadas frente a las playas de Torrenueva Costa y Carchuna. Un rescate que fue llevado a cabo por Salvamento Marítimo, pero también por embarcaciones privadas que evitó que esta situación se convirtiera en una gran tragedia.
Una respuesta oficial rápida. Ante la violencia de un fenómeno tan impredecible, las playas de los municipios afectados tuvieron que ser evacuadas. A las 20:20, la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, lanzaba un aviso urgente a través de sus redes sociales que reflejaba la gravedad de la situación, pidiendo no salir a la calle y tener mucha precaución.
Un reventón término no surge de la nada. Requieren una configuración atmosférica muy específica, una «receta» que este domingo se dio a la perfección en Granada. El ingrediente principal fue el calor extremo acumulado durante la prolongada ola de calor. Este calor no solo afectó a la superficie, sino que creó una profunda capa de aire muy caliente, y crucialmente muy seco en los niveles medios de la atmósfera, a varios kilómetros de altura de donde se dio el reventón.
Mientras tanto, sobre el mar, el aire en contacto con el agua era comparativamente más fresco y húmero. Esta estratificación con una masa de aire muy caliente y seca en altura sobre una capa más fresca y húmeda cerca de la superficie es el caldo de cultivo ideal. El escenario se completó con la formación de tormentas de tipo convectivo sobre las sierras del interior de Granada, que actuaron como el detonante del proceso.
De la lluvia que nunca cae al viento abrasador. El proceso de formación de un reventón térmico es una fascinante paradoja de la termodinámica, donde un proceso que se inicia con un enfriamiento externo culmina en una ráfaga de calor abrasador. Se puede desglosar en cuatro pasos clave según las guías técnicas de la AEMET:
La corriente descendiente: todo comienza en el seno de una nube de tormenta donde se genera una potente corriente de aire descendente que arrastra consigo precipitación de lluvia.
Evaporación súbita: a medida que esta columna de aire y lluvia cae en picado, se encuentra con la capa de aire extremadamente seca y caliente que se había formado antes. El aire seco ‘absorbe’ vorazmente toda la precipitación, provocando que se evapore por completo antes de llegar al suelo, algo que se conoce como ‘virga’. La evaporación es un proceso que consume energía, enfriando bruscamente el aire de la columna descendente. Este aire, ahora mucho más frío y denso que el que lo rodea, se desploma hacia el suelo a una velocidad vertiginosa.
Calentamiento por compresión: una vez que toda el agua se ha evaporado, el proceso de enfriamiento cesa. La columna de aire, ya si «refrigerante», continúa su caída libre. Al descender, la presión atmosférica aumenta rápidamente comprimiendo la masa de aire. Esta compresión la clienta a un ritmo extraordinario, conocido como gradiente adiabático seco.
El impacto o reventón. Finalmente, esta burbuja de aire extremadamente caliente, denso y seco choca violentamente contra el suelo, como un martillo invisible. Al no poder seguir descendiendo, se expande horizontalmente en todas direcciones a gran velocidad, generando las rachas de viento destructivas y la súbita e intensa subida de temperatura que caracterizan al fenómeno.
No es lo mismo que un tornado. A veces este fenómeno se puede confundir con un tornado, pero hay diferencias. Mientras que en el tornado el viento gira en torno a un eje vertical, en el reventón los vientos son descendentes y lineales.
El cambio climático los hará más frecuentes. Los reventones térmicos son un fenómeno natural, pero el cambio climático está provocando que sean más frecuentes. El informe de los expertos científicos del IPCC es inequívoco: las olas de calor son ahora más frecuentes, más duraderas y más intensas debido al calentamiento global.
El evento de Granada no fue una excepción. Fue la culminación de una ola de calor histórica en Andalucía. Como se explicó antes, la temperatura es el ingrediente fundamental que crea y seca la capa atmosférica necesaria para que se active el reventón térmico. Una tormenta ordinaria, en un ambiente menos extremo, podría haber generado un frente de frío que refrescara el ambiente. Sin embargo, al interactuar con una atmósfera «preparada» por el calor anómalo, el resultado fue la violenta explosión de aire abrasador.
Más energía y más extremos. La conexión va más allá de las olas de calor. Una de las consecuencias más directas del aumento de las temperaturas globales es que la atmósfera puede retener más vapor de agua y, por tanto, más energía. Los informes del IPCC confirman que esto está provocando una intensificación del ciclo global del agua. En la práctica, esto se traduce en eventos de precipitación más extremos y tormentas más potentes.
Aunque atribuir un único reventón directamente al cambio climático es científicamente complejo, la tendencia general es clara: el entorno atmosférico se está volviendo más propicio para las tormentas convectivas severas, que son las «nubes madre» de los reventones.
Qué esperar en la península ibérica. Numerosos estudios climáticos señalan que la cuenta mediterránea es un «punto caliente» del cambio climático. Y todo porque se caliente a un ritmo superior a la media mundial. Los datos para la península son alarmantes: los veranos son ahora cinco semanas más largas que en la década de 1980, las noches tórridas se han multiplicado por diez en las grandes ciudades y el número de días con ola de calor se han duplicado.
Este escenario futuro, con veranos más largos y calurosos y una mayor energía disponible en la atmósfera, sugiere que las condiciones que favorecieron el reventón en Granada no serán una rareza. Por el contrario, es probable que se conviertan en una característica más habitual de nuestros veranos. La combinación de calor intenso, inestabilidad atmosférica y la particular configuración de masas de aire que da lugar a estos fenómenos será cada vez más frecuente a medida que las temperaturas globales sigan aumentando.
Un problema que va más allá de los reventones. Este verano sin duda está siendo devastador para España, donde se encuentran nueve de los diez pueblos más cálidos de Europa. Unas altas temperaturas que nos está dando noches tropicales, y una serie de incendios a sus espaldas que ahora mismo están asolando la parte norte de nuestro país.
Imágenes | Miguel Gómez
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La noticia
Hace tanta calor en Granada que se ha producido uno de los fenómenos más extremos de la meteorología: el reventón térmico
fue publicada originalmente en
Xataka
por
José A. Lizana
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