Un tren en el que era imposible viajar con relativa comodidad. No digamos dormir o trabajar. Los vídeos en los que se muestra un Avant que vibra de forma extrema en la línea Lleida-Barcelona son sólo el último ejemplo de una alta velocidad que no deja de acumular problemas para Renfe.

«Se salía el agua del váter». Esto es lo que aseguraba un usuario del tren Avant Lleida-Barcelona que circulaba con unas vibraciones extremas el pasado 19 de agosto. Vistas las imágenes que se pueden encontrar por redes sociales, no es nada descabellado lo que cuenta Kevin Bruque, portavoz de Usuaris Avant Catalunya, a Rac1.

La violencia con la que se movía el tren mientras estaba en movimiento nos ha dejado publicaciones en las que se observa a mochilas moviéndose violentamente y botellas de agua que permanecen de pie de milagro.

Muchas quejas. No es la primera vez que los usuarios del Avant entre Lleida y Barcelona se quejan amargamente de las condiciones del trayecto. «La gente se marea» en una hora «que podrían aprovechar para descansar o trabajar», recalca Bruque.

Las vibraciones extremas son sólo el último caso de una línea que acumula quejas y demandas de los usuarios. Ya en marzo, Segre recogía las demandas de los pasajeros quienes reclaman mayor número de frecuencias y una opción madrugadora ya que el primer tren sale a las 7:05. Así mismo, hacían hincapié en los constantes retrasos y averías que sufre la línea.

La respuesta de Renfe. Aquellos días, Segre recogía que la respuesta de Renfe a esta solicitud de un Avant que salga antes de las 7:05 apunta a Rodalies. La compañía defiende que también se presta servicio con un tren regional y que, por tanto, la línea ya está cubierta.

Sin embargo, la plataforma asegura que el servicio no es comparable ya que con Rodalies se tarda más de tres horas en llegar a Barcelona desde Lleida mientras que en Avant y AVE se mueven en la frontera de la hora. Esto provoca que cogiendo el primer tren de Rodalies se llega todavía más tarde a Barcelona que con el primer tren rápido del día.

Rodalies en el punto de mira. El desempeño de Renfe en Cataluña está bajo el punto de mira. En lo que llevamos de año, Rodalies no ha dejado de sumar averías, suspensiones y retrasos. Hasta el punto de que se ha tenido se suspender la circulación hasta en tres ocasiones.

En ferroviarios.org recogen las incidencias que a diario se suman en Rodalies. El 18 de agosto se contabilizaron seis incidencias en la red. El 19 de agosto otras cuatro y el 20 de agosto aumentaron hasta 17 incidencias de todo tipo. Cuando escribimos estas líneas el 21 de agosto, hasta ahora se han contabilizado 33 incidencias.

Pero también la alta velocidad. En la primera semana de este mes de agosto conocimos el final de un culebrón que había dado inicio en julio, el de los trenes AVRIL. Renfe decidió retirar estos trenes de su línea Madrid-Barcelona al detectarse grietas en los mismos.

Unos días antes, había saltado la información de que algunos de estos trenes se estaban, literalmente, rompiendo. Renfe echó balones fuera y se limitó a decir que había reorganizado la línea. Posteriormente, Voz Pópuli mostró las imágenes donde claramente se veía una grieta en el tren. Renfe había decidido ya sacar estos trenes de la circulación aunque en un primer momento optó por circular a una velocidad inferior.

Un verano inolvidable para el usuario. Y para olvidar por parte de Renfe. La compañía lleva dos meses en los que ha enfrentado una avería en la línea a Andalucía que dejó a usuarios sin aire acondicionado y en mitad de ningún sitio durante 13 horas. Esos mismos problemas, con consecuencias menos graves, se repitieron posteriormente. También en Andalucía tuvo que suspenderse la circulación momentáneamente por goteras en un túnel malagueño.

Luego llegó el mencionado caso de las grietas en los trenes AVRIL. Y, por último, los incendios han detenido la circulación entre Madrid y Galicia durante una semana en la que Renfe ha ofrecido soluciones con luces y sombras.

Foto | Kabelleger / David Gubler

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La noticia

Vibraba tanto que «se salía el agua del váter». Renfe tiene un problema en Cataluña y el AVE de Lleida es solo el último ejemplo

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Xataka

por
Alberto de la Torre

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