Cada vez más lugares empiezan a cobrar por ver sus monumentos turísticos. Los últimos: los molinos de Holanda
Si turisteas, paga. A medida que el flujo internacional de viajeros recupera (o incluso supera) los niveles precovid y grandes destinos como Venecia, Ámsterdam o Florencia, se enfrentan al turismo desbocado, una idea empieza a extenderse por el sector: si quieres conocer grandes monumentos, montañas o cascos históricos no llegará con que cojas un avión, pagues un hotel y acudas en persona al lugar. Una vez allí deberás comprar una ‘entrada’. Igual que en un museo.
Venecia ha sido una pionera…